Por el coronavirus, 76 días en un mundo de cabeza
Cuando esta entrega sea publicada, la incidencia mundial del Covid-19 estará, conservadoramente, entre 1.8 y 1.9 millones de casos confirmados y, de mantenerse la relación actual entre sus indicadores, sus infecciones activas bordearán las 1,372,509, con menos de medio millón de recuperados (401,241.31) y más de 115 mil muertes.
Cifras derivadas de que al septuagésimo sexto día posterior al inicio del conteo de sus casos globales, había contagiado a más de millón y medio (1,508,210) de personas, de las cuales el 21.3% (321,208) había podido recuperarse, en tanto el 72.9% permanecía infectado (1,098,919) y el 5.8% (88,083) falleció.
A la fecha, entonces, el promedio mundial de muertos diarios por Covid-19 superó los 1,159, un 27.42% de los 4226 recuperados diariamente, hasta entonces.
En Las Américas, cuyo primer caso se registró un día más tarde, la infección avanzó con menos saña, al menos hasta el quincuagésimo cuarto día (primer periodo), cuando contó 6037 casos que promediaban 111.8 diariamente. Durante este lapso, la tasa de recuperación regional fue baja (0.63%), las muertes se acumulaban a ritmo menos acelerado (1.81 por día) y la letalidad diaria registró 1.62%.
Al Septuagésimo sexto día y globalmente, sin embargo, los casos habían crecido 6.28 veces; los infectados activos: +9.40; los recuperados, +2.08 y las muertes, +10.35.
Crecimiento exponencial por contagio comunitario
En tal escenario, los casos se multiplicaron por 17.86; las infecciones activas, en 16.86; los recuperados, por 8.94 y las muertes ¡por 27.86!, por efecto de un crecimiento exponencial epidémico que empezó a impactar huracanadamente los sistemas de salud y la demanda de servicios médicos. Si durante los primeros 54 días los centros de atención recibían 3374 solicitudes diarias, en este segundo periodo la demanda diaria se elevó a 60,261.
En tal escenario, los casos se multiplicaron por 17.86; las infecciones activas, en 16.86; los recuperados, por 8.94 y las muertes ¡por 27.86!, por efecto de un crecimiento exponencial epidémico que empezó a impactar huracanadamente los sistemas de salud y la demanda de servicios médicos. Si durante los primeros 54 días los centros de atención recibían 3374 solicitudes diarias, en este segundo periodo la demanda diaria se elevó a 60,261.
En consecuencia, las tasas iniciales variaron, especialmente la mortalidad: pasó de 3.91% en el primer periodo a 5.84%, bruto, en el segundo, ganando 1.93%, bajo este enfoque. Sin embargo, en términos netos, es decir exclusivos para el segundo periodo, la mortalidad mundial por Covid-19 pasaba de 3.99% a 6.11%, creciendo 52.93% por encima del primer periodo, en medio del aumento significativo de la tasa absoluta de infectados (27.40%) y de la disminución importante de la tasa neta de recuperación en 102%.
Entre el quincuagésimo cuarto y septuagésimo sexto días, los indicadores crecieron, globalmente, a ritmo alarmante: la incidencia confirmada de Covid-19 fue +6.28 veces; los infectados: +10.40; las muertes, ¡11.35!, y los recuperados, sólo en +3.1.
A las 7132 muertes reportadas en el primer periodo, se sumaron 80,951 en los 22 días siguientes, totalizando 88,083 al final del primer periodo.
En la región de “Las Américas”
Los registros para la región indican otro comportamiento. En éste, notamos una significativa asincronía subyacentes a las tasas de recuperación Global y Regional. En tanto mundialmente esta tasa se reporta decreciente, para Las Américas su comportamiento es inverso. Como se ha visto, entre el quincuagésimo cuarto día y el septuagésimo sexto, esta cayó de 43.19% a 21.30% a nivel global. En Las Américas, en cambio, mostró un incremento de la eficiencia al pasar de 0.56% a 7.06% en el período, creciendo 11.56 veces.
Los registros para la región indican otro comportamiento. En éste, notamos una significativa asincronía subyacentes a las tasas de recuperación Global y Regional. En tanto mundialmente esta tasa se reporta decreciente, para Las Américas su comportamiento es inverso. Como se ha visto, entre el quincuagésimo cuarto día y el septuagésimo sexto, esta cayó de 43.19% a 21.30% a nivel global. En Las Américas, en cambio, mostró un incremento de la eficiencia al pasar de 0.56% a 7.06% en el período, creciendo 11.56 veces.
Dato indicativo de niveles de respuestas regionales diferentes ante el Covid-19 y, en Las Américas, región que en el segundo periodo acumulaba el 31.8% de casos globales totales. Parecido ocurre con la Tasa de mortalidad, ubicada 2.40% por debajo de la mundial.
Superación del “sesgo” geográfico
Los totales globales anteriormente consignados, incluyen los aportes estadísticos regionales. Sustrayéndolos, podemos aprehender el comportamiento del Covid-19 en ambos escenarios geográficos, desligados. La ruptura de este sesgo arroja cifras más reveladoras sobre la eficacia y eficiencia de los sistemas de salud, junto a la dinámica socio epidémica. En tanto en el primer periodo (54 días) la tasa de infectados activos para Las Américas superaba en +44.92% los globales a esa fecha, la tasa de recuperación global bruta era +75.69 veces inferior que la global y sus mortalidades reportaban tasas similares: 3.44% y 3.91%, respectivamente. A los 76 días, sin embargo, globalmente y en número de veces, el Covid-19 se había multiplicado así: por 81 en las Américas y, en el mundo, por 8.28; los infectados: por 72.94 vs 10.4; los recuperados: en 1011.53 contra 3.08; y las muertes, en 169.99 frente a 12.35. Un panorama que ilustra sobradamente el fuerte impacto del Covid-19 en la región. Como efecto, al concluir el segundo periodo, la letalidad diaria en la región representó el 19.2% del total global, un signo esperanzador pese a que la zona acumula el 32% de la incidencia mundial de Covid-19.
Los totales globales anteriormente consignados, incluyen los aportes estadísticos regionales. Sustrayéndolos, podemos aprehender el comportamiento del Covid-19 en ambos escenarios geográficos, desligados. La ruptura de este sesgo arroja cifras más reveladoras sobre la eficacia y eficiencia de los sistemas de salud, junto a la dinámica socio epidémica. En tanto en el primer periodo (54 días) la tasa de infectados activos para Las Américas superaba en +44.92% los globales a esa fecha, la tasa de recuperación global bruta era +75.69 veces inferior que la global y sus mortalidades reportaban tasas similares: 3.44% y 3.91%, respectivamente. A los 76 días, sin embargo, globalmente y en número de veces, el Covid-19 se había multiplicado así: por 81 en las Américas y, en el mundo, por 8.28; los infectados: por 72.94 vs 10.4; los recuperados: en 1011.53 contra 3.08; y las muertes, en 169.99 frente a 12.35. Un panorama que ilustra sobradamente el fuerte impacto del Covid-19 en la región. Como efecto, al concluir el segundo periodo, la letalidad diaria en la región representó el 19.2% del total global, un signo esperanzador pese a que la zona acumula el 32% de la incidencia mundial de Covid-19.
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